Genaro Calzada Iván
CHAVELA VARGAS- LA LLORONAFRAGMENTOTodos
me dicen el negro, Llorona
Negro pero cariñoso.
Todos me dicen el negro, Llorona
Negro pero cariñoso.
Yo soy como el chile verde, Llorona
Picante pero sabroso.
Yo soy como el chile verde, Llorona
Picante pero sabroso.
Ay de mí, Llorona Llorona,
Llorona, llévame al río
Tápame con tu rebozo, Llorona
Porque me muero de frió
Si porque te quiero quieres, Llorona
Quieres que te quieres más
Si ya te he dado la vida, Llorona
¿Qué más quieres?
¿Quieres más?
Negro pero cariñoso.
Todos me dicen el negro, Llorona
Negro pero cariñoso.
Yo soy como el chile verde, Llorona
Picante pero sabroso.
Yo soy como el chile verde, Llorona
Picante pero sabroso.
Ay de mí, Llorona Llorona,
Llorona, llévame al río
Tápame con tu rebozo, Llorona
Porque me muero de frió
Si porque te quiero quieres, Llorona
Quieres que te quieres más
Si ya te he dado la vida, Llorona
¿Qué más quieres?
¿Quieres más?
CONTEXTO DE LA OBRA, ¿CUÁL SERÍA LA
FINALIDAD DEL AUTOR AL ESCRIBIRLA?, ¿A QUÉ PÚBLICO VA DIRIGIDA?, ¿TUVO IMPACTO
EN SU TIEMPO?La
canción La Llorona es un famoso son istmeño mexicano, característico del istmo
de Tehuantepec (Oaxaca). No tiene un autor conocido, pero muchos cantantes han
creado o copiado versos que convierten esta canción en una historia de amor y
dolor muy representativa de la época de la Revolución Mexicana.
Junto con La Adelita y La Cucaracha, La Llorona se convirtió en un canto popular muy utilizado pero, a diferencia de las demás, existen muchas versiones de ella, cada una con letra distinta.
La intérprete que yo elegí, es sin duda, Chavela Vargas, pues como ya se dijo, es una canción de amor y dolor, que, en este caso, ella le dedicó a Frida Khalo, su entrañable amiga de vida.
María Isabel Anita Carmen de Jesús Vargas Lizano, conocida artísticamente como Chavela Vargas (San Joaquín de Flores, Heredia, Costa Rica, 17 de abril de 1919-Cuernavaca, Morelos, México, 5 de agosto de 2012), fue una cantante costarricense, naturalizada mexicana. Se la considera una figura principal y peculiar de la música ranchera, especialmente fuera de México. Fue distinguida con el Premio a la Excelencia Musical de la Academia Latina de las Ciencias y Artes de la Grabación en el 2007.
Chavela Vargas presenta dos versiones de La Llorona, diferenciadas no sólo en la letra sino en la misma música. La primera corresponde a Frida, la película que sobre la pintora mexicana protagonizó Salma Hayeck, una de las obras maestras del Señor (la Salma, aunque la película no se queda corta). Chavela le canta en una cantina a Frida: en realidad, la escena memorable. Es bueno recordar que Chavela conoció a Frida Kahlo y hasta dormía en su casa de Coyoacán, y seguramente tuvieron sus amores, pese al sapo que las rondaba, un famoso pintor llamado Diego Rivera. La interpretación es emotiva y demuestra el esplendor de la voz de Chavela. La segunda versión corresponde al concierto que Chavela Vargas hizo en el Auditorio de Santa Cruz de Tenerife el 23 de junio de 2006. El concierto fue una maravilla de principio a fin. El sonido no deja nada que desear y la cantante se hace acompañar de dos músicos extraordinarios. El público, que la adora y que siempre cae rendido a sus pies, no pierde uno solo de sus suspiros. Chavela no canta sino susurra, no canta sino conversa la canción, que tiene tres momentos muy precisos. De las cinco estrofas, Chavela susurra cuatro, muy pegada al micrófono. Y en la última canta y grita. La cantante ha preparado al público para estos dos momentos, y sobre todo para el último: lo ha creado, lo ha llevado del cabestro como un caballo que ya no es brioso sino dulce y rendido. La melodía de La Llorona y la voz de Chavela se aprecian en los dos primeros versos de esta quinta estrofa, el segundo momento de la interpretación, porque los dos últimos versos son un solo y penetrante alarido, un desgarro del alma, una súplica de quien ya no puede más. Los aplausos de agradecimientos llenan el mundo.
Junto con La Adelita y La Cucaracha, La Llorona se convirtió en un canto popular muy utilizado pero, a diferencia de las demás, existen muchas versiones de ella, cada una con letra distinta.
La intérprete que yo elegí, es sin duda, Chavela Vargas, pues como ya se dijo, es una canción de amor y dolor, que, en este caso, ella le dedicó a Frida Khalo, su entrañable amiga de vida.
María Isabel Anita Carmen de Jesús Vargas Lizano, conocida artísticamente como Chavela Vargas (San Joaquín de Flores, Heredia, Costa Rica, 17 de abril de 1919-Cuernavaca, Morelos, México, 5 de agosto de 2012), fue una cantante costarricense, naturalizada mexicana. Se la considera una figura principal y peculiar de la música ranchera, especialmente fuera de México. Fue distinguida con el Premio a la Excelencia Musical de la Academia Latina de las Ciencias y Artes de la Grabación en el 2007.
Chavela Vargas presenta dos versiones de La Llorona, diferenciadas no sólo en la letra sino en la misma música. La primera corresponde a Frida, la película que sobre la pintora mexicana protagonizó Salma Hayeck, una de las obras maestras del Señor (la Salma, aunque la película no se queda corta). Chavela le canta en una cantina a Frida: en realidad, la escena memorable. Es bueno recordar que Chavela conoció a Frida Kahlo y hasta dormía en su casa de Coyoacán, y seguramente tuvieron sus amores, pese al sapo que las rondaba, un famoso pintor llamado Diego Rivera. La interpretación es emotiva y demuestra el esplendor de la voz de Chavela. La segunda versión corresponde al concierto que Chavela Vargas hizo en el Auditorio de Santa Cruz de Tenerife el 23 de junio de 2006. El concierto fue una maravilla de principio a fin. El sonido no deja nada que desear y la cantante se hace acompañar de dos músicos extraordinarios. El público, que la adora y que siempre cae rendido a sus pies, no pierde uno solo de sus suspiros. Chavela no canta sino susurra, no canta sino conversa la canción, que tiene tres momentos muy precisos. De las cinco estrofas, Chavela susurra cuatro, muy pegada al micrófono. Y en la última canta y grita. La cantante ha preparado al público para estos dos momentos, y sobre todo para el último: lo ha creado, lo ha llevado del cabestro como un caballo que ya no es brioso sino dulce y rendido. La melodía de La Llorona y la voz de Chavela se aprecian en los dos primeros versos de esta quinta estrofa, el segundo momento de la interpretación, porque los dos últimos versos son un solo y penetrante alarido, un desgarro del alma, una súplica de quien ya no puede más. Los aplausos de agradecimientos llenan el mundo.
MOTIVO PERSONAL:
Me encanta la canción, cada verso, cada estrofa, toda, pero más me gusta el sentimiento con el que la interpreta Chavela Vargas, como nadie más, me transmite sus emociones y me hace imaginar, volar en un mundo donde las emociones se sienten a flor de piel. Nunca tuve la oportunidad de presenciarla en vivo, pero sin duda, hubiera sido maravilloso.
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