Ballardo Oviedo Ian Emmanuel.
Después de tantas canciones,
De tantas palabras refugiándose en mi boca.
Hoy sigo enamorando de este micro como el primer día.
Haciendo del rap mi chaleco salvavidas.
Surfeando por el mundo.
Viviendo.
Tengo un alma libre y un cuerpo al que vivo atado.
Y tengo un maletero con te quieros que he guardado.
Mis canciones han viajado a lugares donde no estaré,
Mis labios han sellado pechos a los que besé.
Me enamoré de tantas cosas que dolía,
Disfrute de mil batallas no importaba si perdía.
He suplicado abrazos antes de un portazo,
Herido por un flechazo que me sangra todavía.
He sido guía, he sido lastre, he sido abrigo,
He recorrido las calles como un mendigo.
Tengo amigos que se cuentan con los dedos de una mano.
Tengo unos padres longevos y siete hermanos.
Tengo un ramo de ilusiones que se pudren al decir adiós.
Más que en Dios creí en el peso de mis actos.
Una mitad tan triste, la otra mitad riendo.
Ahora lo entiendo.
Estoy viviendo.
Voy a salir fuera y parar el tiempo.
Voy a escribir esto como un testamento.
Voy a gritar alto hasta que se agote mi aliento.
Amando y sufriendo. Viviendo.
Voy a apagar las luces y mirarme dentro.
Voy a desnudarme sin pensarlo ante el lamento.
Voy a deslizarme como viento en el cemento,
Llorando y sonriendo. Viviendo.
He pernoctado en tugurios tan sucios que pocos entran.
He tejido jardines donde antes había piedra.
Perdí la paz por ganar la guerra.
Me ahogue en mi niebla y luego entre botellas de ginebra.
He dormido en portales y en mansiones.
He dibujado el mundo como un parque de atracciones
Sucumbiendo a tentaciones y espejismos.
He mentido a tantos y más a mi mismo,
De los libros que leí bebí sabiduría eterna.
Hallé consuelo abriendo el cielo entre unas piernas.
Por mis besos nunca dados he llorado cataratas.
He volado desde Tokio hasta Manhattan.
He visto la creación maravillosa en todas las cosas.
He sufrido depresión, crisis nerviosa.
Una mitad dormida, la otra mitad ardiendo.
Ahora lo entiendo, estoy viviendo.
Voy a salir fuera y parar el tiempo.
Voy a escribir esto como un testamento.
Voy a gritar alto hasta que se agote mi aliento.
Amando y sufriendo. Viviendo.
De tantas palabras refugiándose en mi boca.
Hoy sigo enamorando de este micro como el primer día.
Haciendo del rap mi chaleco salvavidas.
Surfeando por el mundo.
Viviendo.
Tengo un alma libre y un cuerpo al que vivo atado.
Y tengo un maletero con te quieros que he guardado.
Mis canciones han viajado a lugares donde no estaré,
Mis labios han sellado pechos a los que besé.
Me enamoré de tantas cosas que dolía,
Disfrute de mil batallas no importaba si perdía.
He suplicado abrazos antes de un portazo,
Herido por un flechazo que me sangra todavía.
He sido guía, he sido lastre, he sido abrigo,
He recorrido las calles como un mendigo.
Tengo amigos que se cuentan con los dedos de una mano.
Tengo unos padres longevos y siete hermanos.
Tengo un ramo de ilusiones que se pudren al decir adiós.
Más que en Dios creí en el peso de mis actos.
Una mitad tan triste, la otra mitad riendo.
Ahora lo entiendo.
Estoy viviendo.
Voy a salir fuera y parar el tiempo.
Voy a escribir esto como un testamento.
Voy a gritar alto hasta que se agote mi aliento.
Amando y sufriendo. Viviendo.
Voy a apagar las luces y mirarme dentro.
Voy a desnudarme sin pensarlo ante el lamento.
Voy a deslizarme como viento en el cemento,
Llorando y sonriendo. Viviendo.
He pernoctado en tugurios tan sucios que pocos entran.
He tejido jardines donde antes había piedra.
Perdí la paz por ganar la guerra.
Me ahogue en mi niebla y luego entre botellas de ginebra.
He dormido en portales y en mansiones.
He dibujado el mundo como un parque de atracciones
Sucumbiendo a tentaciones y espejismos.
He mentido a tantos y más a mi mismo,
De los libros que leí bebí sabiduría eterna.
Hallé consuelo abriendo el cielo entre unas piernas.
Por mis besos nunca dados he llorado cataratas.
He volado desde Tokio hasta Manhattan.
He visto la creación maravillosa en todas las cosas.
He sufrido depresión, crisis nerviosa.
Una mitad dormida, la otra mitad ardiendo.
Ahora lo entiendo, estoy viviendo.
Voy a salir fuera y parar el tiempo.
Voy a escribir esto como un testamento.
Voy a gritar alto hasta que se agote mi aliento.
Amando y sufriendo. Viviendo.
Voy a apagar las luces y mirarme dentro.
Voy a desnudarme sin pensarlo ante el lamento.
Voy a deslizarme como viento en el cemento,
Llorando y sonriendo. Viviendo.
He visto gente morir y soltar su último aliento en paz.
Salirles una luz del pecho y subir fugaz.
Siempre incapaz de domar a las luciérnagas,
Siempre buscando algo de afecto hasta en las ciénagas.
Corrí a bañarme en el mar bajo la tormenta,
Sufrí el deseo igual que una muerte lenta.
Abrí puertas en mi mente que nadie debe abrir jamás.
Por odio hice locuras y por amor muchas más.
Me he alejado de personas por el miedo.
He visto a hombres infalibles desplomarse al suelo.
He nadado por el Nilo y por el filo de mi almohada.
He llorado mi rabia como cascadas.
Tuve caprichos de todo tipo,
Pero un lápiz y un papel bastaban ya para ser rico.
Una mitad tan quieta, la otra mitad corriendo.
Ahora lo entiendo, estoy viviendo.
Tantas personas, tantos lugares y yo.
Siempre partido en dos mitades.
Disfrutando los placeres, aceptando el sufrimiento.
Nach. A través de mi. Viviendo.
Voy a salir fuera y parar el tiempo.
Voy a escribir esto como un testamento.
Voy a gritar alto hasta que se agote mi aliento.
Amando y sufriendo. Viviendo.
Voy a apagar las luces y mirarme dentro.
Voy a desnudarme sin pensarlo ante el lamento.
Voy a deslizarme como viento en el cemento,
Llorando y sonriendo. Viviendo.
Voy a salir fuera y parar el tiempo.
Voy a escribir esto como un testamento.
Voy a gritar alto hasta que se agote mi aliento.
Amando y sufriendo. Viviendo.
Voy a apagar las luces y mirarme dentro.
Voy a desnudarme sin pensarlo ante el lamento.
Voy a deslizarme como viento en el cemento,
Llorando y sonriendo. Viviendo.
Contexto
Ante una sociedad inmersa que se mueve bajo la continuidad del tiempo, como esclavos del siguiente paso o del siguiente segundo o del siguiente movimiento sin la esperanza de perturbar la rutina ya programada, Ignacio Fornés Olmo, llamado Nach en el mundo del Rap, levanta la voz para perturbar esa rutina y gritar con todo su aliento a cada oyente: ¡Vive! ¡Vive!
La finalidad de esta cancion engloba varios puntos, mas todos giran en torno a la vida, esa vida que supera los placeres efimeros a los que el cuerpo se rinde y le da el maximo valor a la verdadera esencia de las cosas, como el alma, como el atardecer, como el amor, etc,. esa oportunidad de vivir diariamente pero de tal forma que cada hecho sea trascendental y recordado, entender que la vida esta llena tambien de contrastes en los cuales hallaremos tambien aprendizajes, la vida como un largo periodo de autoconocimiento y superacion personal que esta relacionada al impacto o huella que dejamos en la vida de nuestros familiares o amigos.
Dirigida para todo el publico, definitivamente. El impacto, se crea en aquel que escucha sus letras y en este caso, el aplicar esa libertad de ser y de vivir y de actuar y de sentir y de estar.
Siempre he pensado que Nach juega con las palabras y crea lazos complejos entre las rimas, y aunque es evidente el peso de su edad, sigue escribiendo de una manera excepcional jugando con la rima asonante y consonante, con las palabras con acento o sin acento pero estampando su vida y sabiduria hasta ahora alcanzada en una generacion que apenas se esta desarrollando.
Voy a desnudarme sin pensarlo ante el lamento.
Voy a deslizarme como viento en el cemento,
Llorando y sonriendo. Viviendo.
He visto gente morir y soltar su último aliento en paz.
Salirles una luz del pecho y subir fugaz.
Siempre incapaz de domar a las luciérnagas,
Siempre buscando algo de afecto hasta en las ciénagas.
Corrí a bañarme en el mar bajo la tormenta,
Sufrí el deseo igual que una muerte lenta.
Abrí puertas en mi mente que nadie debe abrir jamás.
Por odio hice locuras y por amor muchas más.
Me he alejado de personas por el miedo.
He visto a hombres infalibles desplomarse al suelo.
He nadado por el Nilo y por el filo de mi almohada.
He llorado mi rabia como cascadas.
Tuve caprichos de todo tipo,
Pero un lápiz y un papel bastaban ya para ser rico.
Una mitad tan quieta, la otra mitad corriendo.
Ahora lo entiendo, estoy viviendo.
Tantas personas, tantos lugares y yo.
Siempre partido en dos mitades.
Disfrutando los placeres, aceptando el sufrimiento.
Nach. A través de mi. Viviendo.
Voy a salir fuera y parar el tiempo.
Voy a escribir esto como un testamento.
Voy a gritar alto hasta que se agote mi aliento.
Amando y sufriendo. Viviendo.
Voy a apagar las luces y mirarme dentro.
Voy a desnudarme sin pensarlo ante el lamento.
Voy a deslizarme como viento en el cemento,
Llorando y sonriendo. Viviendo.
Voy a salir fuera y parar el tiempo.
Voy a escribir esto como un testamento.
Voy a gritar alto hasta que se agote mi aliento.
Amando y sufriendo. Viviendo.
Voy a apagar las luces y mirarme dentro.
Voy a desnudarme sin pensarlo ante el lamento.
Voy a deslizarme como viento en el cemento,
Llorando y sonriendo. Viviendo.
Contexto
Ante una sociedad inmersa que se mueve bajo la continuidad del tiempo, como esclavos del siguiente paso o del siguiente segundo o del siguiente movimiento sin la esperanza de perturbar la rutina ya programada, Ignacio Fornés Olmo, llamado Nach en el mundo del Rap, levanta la voz para perturbar esa rutina y gritar con todo su aliento a cada oyente: ¡Vive! ¡Vive!
La finalidad de esta cancion engloba varios puntos, mas todos giran en torno a la vida, esa vida que supera los placeres efimeros a los que el cuerpo se rinde y le da el maximo valor a la verdadera esencia de las cosas, como el alma, como el atardecer, como el amor, etc,. esa oportunidad de vivir diariamente pero de tal forma que cada hecho sea trascendental y recordado, entender que la vida esta llena tambien de contrastes en los cuales hallaremos tambien aprendizajes, la vida como un largo periodo de autoconocimiento y superacion personal que esta relacionada al impacto o huella que dejamos en la vida de nuestros familiares o amigos.
Dirigida para todo el publico, definitivamente. El impacto, se crea en aquel que escucha sus letras y en este caso, el aplicar esa libertad de ser y de vivir y de actuar y de sentir y de estar.
Siempre he pensado que Nach juega con las palabras y crea lazos complejos entre las rimas, y aunque es evidente el peso de su edad, sigue escribiendo de una manera excepcional jugando con la rima asonante y consonante, con las palabras con acento o sin acento pero estampando su vida y sabiduria hasta ahora alcanzada en una generacion que apenas se esta desarrollando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario